15 Jun Ca7riel y Paco Amoroso se ratifican como superestrellas en Madrid
Transitando entre un sinfín de géneros con una desenvoltura asombrosa en un espectáculo de ritmo intrépido, así han llegado a su concierto más multitudinario en España la gran promesa argentina de Ca7riel y Paco Amoroso, ratificados ahora sí como superestrellas y “supercriminales”.
“¡Estamos demasiado contentos, en serio lo digo! ¡Gracias por recibirnos así! ¡No hay palabras para explicar lo que está pasando, cuando hace 6 meses estábamos tocando en una sala para 1.000 personas!”, ha declarado eufórico el menos espigado de este dúo argentino ante las 14.000 personas que han agotado el Movistar Arena de Madrid.La presencia entre ellos de adultos, jóvenes, abuelos y también niños constataba el alcance de su actual naturaleza de hito musical tras la contagiosa energía y calidad que mostraron en octubre en su concierto de la serie ‘Tiny Desk’, de la emisora pública estadounidense NPR, convertido en uno de los más vistos de su historia junto a Dua Lipa, Sting o C. Tangana, entre otros.
Hasta en cinco ocasiones habían actuado en la ciudad de Madrid, las últimas en noviembre, solo un mes después del concierto para la NPR en la recoleta sala But, a la que hacía referencia Paco Amoroso en sus palabras al público, y ninguna había tenido el eco de este salto a los grandes espacios.
Ilustra perfectamente el rápido crecimiento en pocos meses de la formación, cuya producción discográfica también se multiplicó desde que en abril de 2024 lanzaron su primer álbum de estudio, ‘Baño María’, al que siguieron en diciembre un apoteósico disco en directo en Buenos Aires y, este marzo, un EP llamado ‘Papota’ con varios temas nuevos y algunos de los que tocaron en su ‘Tiny Desk’.
Los asistentes los han aclamado y han dejado claro desde el arranque con ‘Dumbai’ que sí se saben las canciones de estos dos fenómenos, sentados en sendas banquetas durante buena parte del espectáculo, pero para nada hieráticos, más bien importando la recoleta estructura del mencionado ‘Tiny Desk’.
Parapetados por una sólida escuadra de músicos, con dos coristas y siete instrumentistas (entre ellos un trío de viento metal), en menos de 20 minutos ya habían dado pruebas de su capacidad para transitar sin frenos entre el trap, el funk, los soniquetes brasileños, el rock salvaje, el pop y hasta la pista de baile. Conocen además el lenguaje de los nativos digitales y flirtean y juegan sin parar con la cámara que los sigue, cantando para ella mientras besan lúbricamente el micrófono.
La mitad del concierto llega tras 40 minutos sin respiro, pero no bajan revoluciones. Sí descienden al escenario para palpar de cerca el clímax con ‘La que puede, puede’, coreada y brincada por los miles de asistentes contagiados por el verbo ágil y escurridizo de Ca7riel.
Siguen desfilando temas singulares como ‘Sheesh’ o ‘Supercriminal’, letras que hablan de OnlyFans, de ‘Zoolander’ o del culto al ego y al cuerpo del que se ríe todo este espectáculo, cuando, tras lanzar camisetas gratis convertidas en proyectiles, interpretan rodeados de culturistas su ‘#Tetas’. Ya con ‘El único’ llega el final, pero solo de hoy, porque esto solo ratifica que es el principio.
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