07 Abr Adaptación de videojuegos a la pantalla de la televisión
En las últimas semanas Netflix presentaba el tráiler de la nueva serie de animación Devil May Cry, basada en un histórico videojuego de Capcom. No es la primera vez que la plataforma californiana lanza un producto de estas características; pero, dada la popularidad del juego, así como la repercusión de anteriores adaptaciones que ha hecho Netflix, este acontecimiento se ha convertido en noticia.
Como decíamos, una adaptación de videojuego a serie (o a película) no es una novedad. De hecho, empieza a ser común que este tipo de entretenimientos inspiren a otros productos de ámbitos muy diversos. Ya hemos visto máquinas tragamonedas gratis del entorno online que tienen elementos comunes con sus temáticas. También, ropa y accesorios que basan su estética en personajes o títulos. Lo mismo con cómics y literatura.
En el caso de las ficciones para televisión y cine, últimamente abundan los lanzamientos. No debería resultar extraño; después de todo, se trata de un material de primera para las producciones, ya que aporta su propio argumento y sus protagonistas. Por otra parte, se compone de tramas conocidas y atractivas para un gran público, el de los “Gamers”, que son un perfil más que interesante como “target”.
Netflix fue una de las pioneras en introducir grandes títulos basados en videojuegos en su catálogo. Castlevania, Dota: Sangre de Dragón o The Witcher ejemplifican bien esta iniciativa. Pero fue Arcane la que consiguió crear un efecto sin precedentes. No sólo hablamos de la adaptación de un juego extraordinariamente popular. Además, se trata de una producción sublime, que ha arrasado en premios y aceptación de los espectadores.
Tras este éxito, no han sido pocas las novedades, lo cual incluye el nuevo proyecto de Devil May Cry. También se han sucedido este tipo de iniciativas entre la competencia. The Last of Us o Gran Turismo, en Max, son casos conocidos. O Fallout y Secret Level, en Prime Video. Pero, en todos los casos, existe un patrón: ahora se cuidan extraordinariamente los productos. Es importante remarcarlo, porque pueden tener mejor o peor recepción, pero los proyectos se tratan como producciones serias.
Netflix entendió pronto que esta fuente de inspiración debía explotarse adecuadamente. Y, sin olvidar otras producciones propias más convencionales, incluso aquellas que aspiraban a grandes premios, su idilio con los videojuegos ha ido en aumento. Hasta el punto de incluir estos entretenimientos dentro de su oferta, completamente gratuitos para sus suscriptores. Son muy conscientes de que el ocio digital no se limita a los productos audiovisuales y de que existe un público que deben satisfacer a toda costa, para mantener el liderato en su sector.
Ahora le toca el turno a Devil May Cry, una serie inspirada en una saga que se inició a principios de los 2000 y que trata sobre unos cazadores de demonios; han sido varias entregas e, incluso, ya se adaptó a una serie de anime anteriormente. Claro está que, en esta ocasión, la nueva producción llevará el toque personal de Netflix. Y, por lo que se puede ver en el tráiler, se deduce que será muy espectacular y algo gamberra, respetando el espíritu del concepto original.
Y, mientras, toca esperar nuevos proyectos, para cualquiera de las plataformas. Entre los que más suenan, están God of War, The Legend of Zelda, Minecraft o Metal Gear Solid.
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